El mundo de las telecomunicaciones avanza a pasos agigantados. Muchas veces no nos damos cuenta hasta que hacemos un pequeño viaje al pasado y observamos cómo hace tan solo unos años ni siquiera preveíamos la llegada de Internet. Sin embargo, en la actualidad nos sería realmente difícil vivir sin las nuevas tecnologías.

¿Recuerdas cuando la descarga de una imagen era sumamente lenta? Muchos hablan de la tecnología 5G como un invento futurista, pero es algo que ya está a la vuelta de la esquina. Si bien es cierto que facilitará la forma en que nos comunicamos, también es consecuencia de los cambios necesarios que deben darse en las comunicaciones.

¿Qué es el 5G?

Se trata de una nueva tecnología móvil. La quinta generación pretende sustituir la tecnología actual 4G, aportando una serie de innovaciones en conectividad, velocidad, cobertura y seguridad.

Del mismo modo, abrirá un nuevo abanico de alternativas para novedosos programas y aplicaciones, así como nuevos dispositivos que permitan la descarga y visualización de vídeos de alta calidad en tan solo unos segundos. El tiempo de respuesta para el procesamiento y transferencia de datos se disminuirá drásticamente.

Es una tecnología que funciona de forma distinta al 4G, ya que requiere otro tipo de antena para su conexión y se desarrolla en una frecuencia de espectro de radio distinta.

La primera generación de comunicaciones estaba centrada en la transmisión analógica de servicios de voz, la segunda generación dio inicio a la transmisión digital, la tercera permitió una nueva forma de comunicación a través de la banda ancha. Y en la actualidad, la tecnología 4G surgió de la necesidad de nuevos servicios y almacenamiento de datos a través de la banda ancha con tecnología LTE.

Diferencias entre 5G y 4G

Una diferencia importante es la frecuencia de radio empleada; pues la tecnología 4G usa frecuencia de radio por debajo de los 6GHz, mientras que la 5G emplea frecuencias muchos más altas que oscilan entre los 30 GHz a 300 GHz.

La conexión a través de este tipo de frecuencia permitirá un mayor número de dispositivos enlazados y conectados a Internet, disminuyendo la latencia y brindando una mayor velocidad de navegación, ideal para el Internet de las cosas.

Asimismo, esta tecnología no solo se refiere a una mejor conectividad, sino a una extensa gama de nuevas posibilidades de servicios para ser implementados en la comunicación móvil.

En sus inicios, el uso de este tipo de tecnologías no era accesible para todo el mundo. Sin embargo, los cambios actuales han hecho que se incremente el número de usuarios de una manera exorbitante, aumentando igualmente el número de dispositivos que requieren conexión a Internet. De ahí surge la necesidad de dar una respuesta eficaz a la gran demanda de nuevas conexiones.

Las nuevas tecnologías ponen a nuestro alcance la oportunidad de mejorar, no solo las comunicaciones, sino todo nuestro entorno.