La ciencia ficción ha ido dejando de ser ficción conforme el desarrollo tecnológico ha evolucionado. Muestra de ello es lo nuevo aplicado a la telefonía: el móvil que funciona con reconocimiento del iris.

A finales de mayo, la compañía japonesa Fujitsu lanzó el terminal Arrows NX F-04G, el primero que permitirá completar algunas funciones gracias a la biometría ocular. Desbloquear el móvil o efectuar pagos electrónicos serán posibles cuando su dueño coloque el terminal delante de sus ojos y reconozca su iris, único e intransferible.

¿Cómo? El nuevo modelo de Fujitsu incorpora una cámara frontal que funciona con luz LED infrarroja y que ilumina el iris del sujeto que, a su vez, tiene que mirar a dos círculos marcados en la pantalla. La captura es procesada y comparada con el registro que, previamente, guardó el usuario. Et voilà! Acceso permitido y sin la parafernalia de seguridad alrededor del ordenador central de Langley (sede de la CIA), en la película Misión Imposible; escáner de retina incluido.

El nuevo Arrows NX F-04G funciona con Android, en concreto con la versión 5.0 Lollipop y la sacará al mercado, por el momento en el país nipón, la operadora móvil NTT Docomo. Cuenta con 32 GB de almacenamiento interno, 3 GB de memoria RAM y una pantalla de 5.2 pulgadas. En ésta aparecerán los dos círculos que enfocarán los ojos del usuario, que quedarán inmortalizados por la cámara de 21.5 megapíxeles del terminal.

Fujitsu ha creado un smartphone que pesa 155 gramos y cuyo procesador es del tipo Qualcomm Snapdragon 810, lo más nuevo en el mercado de este año 2015. Chips de 64 bits que primarán la eficiencia: sus núcleos funcionarán a alto rendimiento únicamente cuando las operaciones requieran de una energía de procesamiento mayor. 4K es la resolución gráfica de este smartphone de alta gama que abre la senda biométrica en la que otras marcas como Samsung también están trabajando.

Si Fujitsu se anima a dar el salto y conquista el mercado occidental de la telefonía, comprobaremos si es posible implantar, en nuestra vida cotidiana, uno de los procedimientos biométricos más glamurosos de la ciencia ficción. Y ya sabemos que la realidad suele superarla…